¿Por qué la comida en los aviones sabe diferente?

por que la comida en los aviones sabe diferente

¿También te has preguntado lo mismo? ¿Cada vez que viajas la comida que te sirven en el avión te parece poco agradable? Aquí tenemos la explicación.

Por lo general, la mayoría de personas acostumbradas a viajar a todas partes del mundo están disconformes con la comida que sirven en los aviones. ¿La razón? La comida es sosa, poco apetitosa, y con un sabor distinto.

¿Qué sucede? Esencialmente, resulta ser que tu sentido normal del gusto no sube contigo a la aeronave. Pero vamos por partes…

 

¿Por qué la comida en el avión sabe diferente?

Dentro del avión y a una altura de miles de metros, los sabores de los alimentos que probamos quedan modificados de maneras que apenas podemos entender. Las papilas gustativas y el sentido del olfato desaparecen a unos 10.000 metros de altura, por lo que la percepción de los sabores salados y dulces es menor.

En otras palabras, todo lo que forma parte de la experiencia de volar afecta el sabor de lo que comes.

 

Sequedad y baja presión

Por otro lado, al momento de ingresar al avión el ambiente en el interior de la cabina también afecta tu sentido del olfato. Cuando el avión alcanza más altura, la presión baja mientras los niveles de humedad en la cabina se desploman.

Sequedad y baja presión
Sequedad y baja presión

Una vez que llegamos a unos  10.000 metros de altura, la humedad es menor al 12%, es decir, más seco que en la mayoría de los desiertos.

Esta combinación de la sequedad y baja presión reduce la sensibilidad de tus papilas gustativas hasta en un 30%, así lo aseguró un estudio comisionado por la línea alemana Lufthansa.

Pero este no es el único factor a tener en cuenta, curiosamente, el ruidoso sonido de los motores interviene en nuestra percepción arruinando la experiencia de comer.

 

Receta para cientos de personas

Y si todo esto no fuese suficiente, el hecho de preparar y servir comida gustosa para todos los tripulantes del avión resulta una tarea tediosa. El menor descuido puede arruinar un buen potaje y empeorar la situación.

Pese a ello, las aerolíneas son muy exigentes en mantener los estándares de seguridad de los alimentos. Las reglas se aplican del siguiente modo: la comida se prepara en tierra, después es empacada, refrigerada, y recalentada en el aire.

 

Todo este proceso tiene que modificar forzosamente el sabor

Con el tema de los vinos ocurre algo parecido. Algunas variedades pierden su toque de distinción después del despegue, y para evitar este tipo de cambios, las aerolíneas seleccionan vinos que son afrutados con baja acidez y poco tanino.

Es así como la comida que se reparte en el avión se ve afectada por todo el procedimiento de elaboración, refrigeración, humedad, y ambiente.

* Escrito por Juanjo Dioses

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