¿Por qué las recién casadas cruzan el umbral de su casa en brazos del esposo?

El novio carga a la novia para pasar el umbral de su casa

Lo hemos visto mil veces en películas, series de televisión y publicidades. Quizá, muchos de quienes leen este artículo, han hecho lo propio el día de su boda. Que el novio cargue a la novia para pasar el umbral de su casa (o como es habitual, para ingresar a la habitación del hotel), tras regresar de la ceremonia. Veremos de dónde surgió esta curiosa costumbre.

¿Por qué las recién casadas cruzan el umbral de su casa en brazos del esposo?

Han sido los godos los que dieron origen a la costumbre de entrar en brazos a la mujer recién casada a su nuevo hogar. Pero la razón lejos está de ser romántica como la que nos motiva la imagen de los novios ingresando a su casa. Entre los godos, no había suficiente mujeres para todos. Entonces, no titubeaban en ir a secuestrar alguna fémina de un pueblo vecino. Elegir la que les gustaba y a su vez, era ingresada por la fuerza a su nuevo hogar.

Había una extraña regla que señalaba que, para ganarse el derecho a quedarse con la mujer raptada, ella no debería pisar el suelo durante el trayecto que iba desde el lugar donde era tomada, hasta el que iba a ser su nuevo hogar. Pues si lograba pisar, debería quedar en libertad. Por ello lo normal era que se las lleve al hombro hasta su nueva vivienda.

Con los siglos, esta costumbre se convirtió en tradición, que a su vez ha cobrado muchos significados. Como el de la prosperidad.

Otra versión, señala a los maridos raptores de mujeres entre los fundadores de la Antigua Roma. De acuerdo a la leyenda romana de ‘el rapto de las Sabinas’, eran las féminas de la población de Sabinia las que caían en las manos de los fundadores de la Antigua Roma, para poblar de mujeres la capital del nuevo imperio. Existen varias representaciones artísticas del rapto de las sabinas, como una escultura realizada por Giovanni Bologna y unas cuantas pinturas.

Aunque son más inverosímiles, hay otras versiones más de esta costumbre. Se dice que se trata de un acto de romanticismo por parte del novio. Al llevar en brazos a la recién casada, evitaba que ésta llegase fatigada al lecho conyugal. Aunque carece de sustento y credibilidad esta versión.

Se explica también que en la Antigua Roma se creía que el umbral de la casa era el lugar donde habitaban los espíritus malignos

Y para evitar que éstos se introdujeran en la nueva esposa, su marido debía ingresarla en el domicilio llevándola en sus brazos, para tener un matrimonio feliz, largo y fecundo.

Finalmente, otra absurda versión indica que surgió la costumbre para evitar que la novia se arrepintiese a último momento. Al encontrarse ya sola con su flamante esposo, y así intentara huir: la famosa “novia fugitiva”.

Lo cierto es que quizá haya un poco de cierto en todas las versiones. Y, que al día de hoy, aún es habitual que muchos recién casados cumplan este curioso ritual al traspasar un umbral por primera vez como marido y mujer.

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