¿Por qué se puede producir el insomnio?

insomnio

El insomnio también llamado Agripnia es un trastorno que consiste en la incapacidad de conciliar el sueño o permanecer dormido. Las personas que padecen esta afección tienen una duración y calidad de sueño muy bajas, lo cual repercute negativamente en su salud y su vida cotidiana.

Se puede manifestar de diversas maneras o bien con una dificultad para iniciar el sueño, para mantenerlo o con un despertar anticipado. El sueño es un estado fisiológico que nos sucede con regularidad, alternando con el estado de vigilia. A lo largo de nuestra vida se presenta con diferentes características, pero siempre es imprescindible para que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen normalmente.

El mal dormir repercute directamente tanto en el físico como a nivel cerebral. A través de la polisomnografía se puede diagnosticar el tipo de insomnio que se padece por medio de registros del sueño.

Se ha comprobado que el insomnio se da hasta en una tercera parte de la población, siendo los más afectados, los ancianos, las mujeres y las personas con alguna patología psiquiátrica. En la mayor parte de los casos, el insomnio comienza con un episodio agudo, por situaciones de estrés y tienden a volverse crónicas en un 60% de los casos.

 

Las consecuencias directas de este problema son:

  • Cansancio o sueño.
  • Ansiedad o depresión.
  • Trastornos de memoria o reducción de la atención.
  • Irritabilidad, nerviosismo.

Entre las causas más comunes de insomnio se encuentran las distintas enfermedades psíquicas como somáticas, los cambios fisiológicos entre ellos la edad. En las personas mayores es común el cambio en el patrón del sueño, con una reducción de las horas y la calidad del sueño y un incremento de la somnolencia diurna.

Influye también el estilo de vida, los cambios constantes de horario por cuestiones laborales, por ejemplo o por viajes. Esto además altera el funcionamiento cardíaco. Los fármacos se encuentran entre otros de los factores que inciden en el sueño, por ejemplo los antihipertensivos, anticolinérgicos, las hormonas, estimulantes, esteroides, antidepresivos, broncodilatadores,  la levodopa y la cafeína.

Entre las causas secundarias se pueden mencionar ciertas patologías físicas o psicológicas como trastornos cardiovasculares, pulmonares, la anorexia nerviosa, la disfunción tiroidea, o trastornos neurológicos como la cefalea, el mal de parkinson, lesiones en el tálamo, demencia, entre otras.

Por otro lado además alteran el sueño normal factores ambientales como las temperaturas extremas, los cambios bruscos de temperatura, etc.

 

¿Cómo se puede prevenir o corregir este trastorno?

Se recomienda por lo general mantener una buena rutina de sueño, para ello :

  • Evitar utilizar el dormitorio como lugar de trabajo o para realizar otras actividades que no sean el reposo. Esto ayuda a asociar la cama con el sueño.
  • Acondicionar el dormitorio antes de dormir para que tenga la temperatura adecuada.
  • Crear un ambiente relajado y confortable en la habitación, modulando la intensidad de la luz y evitando los ruidos.
  • Desconectar los dispositivos electrónicos y retirarlos del dormitorio.
  • Acostarse siempre a la misma hora para que el sueño se convierta en un hábito.
  • Realizar actividades relajantes una hora antes de acostarse.
  • Evitar hacer ejercicio intenso antes de irse a dormir.
  • Evitar las cenas abundantes que pueden dificultar la digestión y hacer que resulte más difícil quedarse dormido.
  • Limitar la ingesta de grandes cantidades de líquidos antes de dormir para evitar que la necesidad de orinar interrumpa el sueño.

¿Por qué se puede producir el insomnio?

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