¿Por qué se purifica la atmósfera después de la lluvia?
De varios modos puede ser contestada esta pregunta. En primer lugar, la lluvia lava el aire; porque el agua lo lava todo; y si aquél contenía cantidad considerable de partículas de humo, como ocurre en las grandes ciudades, la lluvia reduce su número arrastrándolas consigo en su caída. De modo que la lluvia ayuda a desembarazar el aire de los sulfuros y demás gases que despiden estas partículas.
En segundo lugar, parece que la caída de la lluvia depende en parte, con frecuencia, o tal vez siempre, de las descargas eléctricas que ocurren en el aire, las cuales ayudan a formar pequeñas cantidades de ozono, gas que no es otra cosa que una variedad del oxígeno y que posee de suyo un olor agradable. Además, la lluvia limpia los caminos y arrastra todas las sustancias que producen mal olor. No es fácil comprender bien hasta qué punto la lluvia limpia las ciudades, y debemos recordar que nuestra nariz sólo está sobre el piso de las calles a la altura aproximada de metro y medio, de suerte que recibe de lleno cuantas emanaciones se elevan de él.
A cien o doscientos metros de elevación, el aire huele de un modo completamente distinto.
¿Por qué se purifica la atmósfera después de la lluvia?