Canción ¿Por qué se pegan las canciones?

por qué una canción se nos pega

Es algo que a todos nos ocurre: sin darnos cuenta, podemos pasarnos el día entero tarareando sin darnos cuenta una canción, y en general se trata del hit de moda, ese mismo que con desdén tildamos de música comercial y de mala calidad. Pero la realidad es que ciertas canciones, tienen la capacidad de “pegarse”, es decir, de hacer que sin pensarlo, las tengamos en la mente todo el día y hasta las cantemos a viva voz.

Los científicos llaman a este fenómeno cerebral de diversas formas: síndrome de la canción pegada, música pegadiza y picazón cognitiva, o el más común "earworm" (garabato musical en América Latina o gusano musical en España), en alemán se denomina a esta situación “ohrwurm”, es decir, “gusano de oreja”, y efectivamente, estas canciones funcionan como si un gusano se hubiera metido en la oreja y no dejara de moverse, haciendo una suerte de cortina musical de fondo durante todo el día.

Aparentemente, se necesita de un disparador para que una canción se pegue, y puede ser la exposición a la misma. Así, los hits de moda pegadizos son tales porque no paran de sonar en la radio, en la televisión y en todas partes.

Pero existen otras causas por las cuales una canción se nos pega, por ejemplo, si ligamos una melodía en particular a situaciones de estrés, a una circunstancia en particular, lo cual hará que al recordar la situación, la “cortina musical” con la que la asociamos volverá a taladrarnos la mente.

Algunos de los disparadores de los “gusanos musicales” pueden ser: la exposición reciente a una canción, o la exposición repetida, pero también: palabras (leer o hacer foco en una palabra que sea el título de una canción, por ejemplo), personas (hay personas que nos hacen acordar a una canción, probablemente por una circunstancia en particular o un recuerdo asociado a ellas), situaciones (determinadas situaciones pueden retraernos a alguna canción en particular), también el estrés, la sorpresa, los sueños, o el simple vagabundeo mental.

“La música con frecuencia es codificada de una manera muy personal y emocional, y sabemos que cuando codificamos cualquier cosa con connotaciones emocionales o personales, se recuerda mejor en la memoria”, explican los expertos.

Así, como en las películas, nuestra vida tiene su propia banda de sonido ajustada a las diversas circunstancias.

Otra explicación es que por muchos siglos, era necesario recordar muchas cosas. En los 200.000 años de vida en el planeta, la lengua escrita ha estado con nosotros apenas por unos 5.000 años, antes de eso era necesario recordar de memoria cosas vitales como dónde encontrar agua, cuáles frutos son venenosos, entre otras cosas vitales.

La combinación de ritmo, rima y melodía ofrece señales reforzadas que hacen que las canciones sean más fáciles de recordar que las palabras solas.

Lo que todavía no saben los científicos es cómo apagar este mecanismo, salvo que una nueva canción desplace a la anterior.

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