Los humanos percibimos el mundo que nos rodea mediante nuestros sentidos, que nos aportan información sobre lo que perciben alrededor, que luego es procesada por el cerebro. Pero a veces, este circuito puede sufrir fallas, razón por la cual se producen las alucinaciones, una percepción distorsionada del estímulo externo.
La cualidad de las alucinaciones es que la persona las vive como reales, cuando en realidad no lo son, sino que han sido creadas por la mente como efecto de las drogas o de medicamentos, de enfermedades psiquiátricas o neurológicas, en algunos tipos de tumores cerebrales o en trastornos del sueño.
Las alucinaciones pueden ocurrir en cualquier modalidad sensorial - visual, auditiva, olfativa, gustativa, táctil, proprioceptiva, equilibrioceptiva, nociceptiva, termoceptiva o varias mezcladas.
También hay algunas alucinaciones temporales, que se generan tras eventos traumáticos (pérdidas, despedidas) y que tienen breve existencia.
Dado que la persona percibe como muy real la alucinación, se debe tener en cuenta que puede ser peligrosa para sí misma o para terceros, por eso ante este tipo de cuadros debe recibir contención y no se la debe dejar sola, además de procurarle atención médica inmediata, ya sea de un clínico, neurólogo o psiquiatra de acuerdo al caso.
Existe también dentro de las alucinaciones, el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas. Se trata de la experiencia de alucinaciones con distorsión del tiempo y el espacio, similares a las del libro de Lewis Carroll. Los pacientes suelen explicar que perciben su cuerpo o partes de él, como si su volumen se hubiera reducido o aumentado, y también perciben el tiempo de forma alterada, por ello algunos expertos creen que el escritor ha tenido este síndrome, y de allí se basó para escribir su famosa historia.