Los gases de efecto invernadero (o GEI por su sigla) son componentes de la atmósfera que contribuyen al efecto invernadero.
Algunos GEI ocurren naturalmente en la atmósfera. Mientras que otros son el resultado de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles como el carbón.
Los GEI incluyen vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y ozono.
Los principales GEI son el vapor de agua, que causa alrededor del 36-70% del efecto invernadero en la Tierra (sin incluir las nubes); dióxido de carbono, que causa del 9 al 26%; metano, que causa 4-9%, y ozono, que causa 3-7%.
No es posible afirmar que un determinado gas provoca un determinado porcentaje del efecto invernadero, porque las influencias de los distintos gases no son aditivas. (Los extremos superiores de los rangos indicados son solo para el gas; los extremos inferiores, para el recuento de gases superpuestos). Otros GEI incluyen, óxido nitroso, hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y clorofluorocarbonos.
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