Aunque en ocasiones disímiles, todos y cada de nosotros hemos reconocido y reconoceremos una situación de estornudo. El estornudo como tal es un acto reflejo propio de nuestro cuerpo, y en él, expiramos aire de una manera ruidosa e intensa. Pues bien, decirlo suena sencillo pero lo cierto es que las causas del estornudo son un tanto más complejas.
En el presente texto podrás leer la respuesta a la pregunta siguiente: ¿Por qué estornudamos?
Los orificios nasales operan como purificadores de aire hacia el interior de nuestro organismo. Para figurarnos al respecto, podemos decir que cumplen el rol de filtro en relación a lo que se encuentra fuera. El aire que ingresa por la nariz se calienta y humedece, entrando a los pulmones en forma templada, húmeda y limpia. Todo eso ocurre, por supuesto, si nuestro organismo funciona en condiciones óptimas.
Ocurre que en determinadas ocasiones este proceso no se da con eficacia y una de las consecuencias más concretas de ello es lo que comúnmente conocemos como estornudo.
En ese sentido, podemos reconocer tres causas a considerar en función del tema que venimos tratando acerca del por qué estornudamos:
- El aire que ingresa por nuestros orificios nasales no llega a limpiarse correctamente.
- Hay un exceso de bacterias en nuestra mucosidad nasal, razón por la cual el proceso de limpiado y purificación no puede llevarse adelante.
- Determinadas reacciones alérgicas que nos propongan como personas propensas a estornudar.
En definitiva, el estornudo viene a ser la cara visible de un mecanismo de defensa que posee nuestro cuerpo en relación a la impureza del exterior. El sistema respiratorio humano (guiado por el cerebro) es quien hace posible tal mecanismo, es él quien intenta expulsar por medio de un estornudo aquellos cuerpos extraños o situaciones anómalas que puedan encontrarse alojadas al interior.
Para ser precisos; un estornudo comienza cuando el epitelio respiratorio –así se conoce a la capa de células que recubre la nariz- se irrita. En esa irritación es el nervio craneal trigémino quien le da una señal al cerebro para que éste, active el reflejo involuntario del estornudo.
Para tener en cuenta en el estornudo
Como dijimos, estornudar representa una situación compleja y en ella intervienen las más diversas partes de nuestro cuerpo. Como proceso corporal, es imposible que el mismo pueda desencadenarse de forma voluntaria, más bien la generación de un estornudo termina por escapar a nuestra capacidad de control físico.
Por último, vale recordar que no es bueno reprimir bajo ningún concepto un estornudo, esto podrá ser contraproducente para nuestro estado general de salud.